Interpreting vernacular architecture
The Usure, also known as Talamanca’s Cosmic House, is an essential part of Costa Rica’s indigenous heritage and cultural identity. This ancestral construction, developed by the Bribri and Cabécar peoples who still inhabit the mountains of Talamanca, transcends the idea of a simple shelter. Its structure tells a story, one that speaks of how these communities understand the cosmos, their deities, their spirits, and their place within the universe.
Understanding the Usure, both in its structural and spiritual composition, allows us to reinterpret this ancient wisdom within contemporary architecture. It is also an invitation to reconnect with our roots, with the rhythms of the earth, and with more conscious and harmonious ways of inhabiting the world.
The Geometry of the Conical House
The key to understanding the cosmic vision of Costa Rica’s indigenous peoples lies in the geometry of the Usure’s conical roof. Beyond its profound symbolism, this structure is practical, stable, and deeply respectful of the environment, taking from nature only what is necessary.
Eight posts arranged in a circular plan form the base for the rafters that shape the conical vault. These are tied with vines (Bejucos) to three concentric structural rings that decrease in size toward the top, where a clay vessel seals and protects the peak of the cone.
Seen in elevation, the composition forms a triangle divided into four layers by the rings, rising from the ground to the summit, a geometric reflection of balance and cosmic order.
The Symbolism of the Conical House
Through the Usure, the Bribri and Cabécar peoples transmit their vision of the universe. For them, the world we inhabit, surrounded by the sea, exists between two realms: the sky and the earth.
The conical roof represents the sky above and mirrors the underworld below, joining the two through a single axis. The house embodies the union of complementary forces: the feminine and the masculine, the moon and the sun, the earth and the sky, night and day, Surá and Sibö.
Like day and night, these opposites are not seen as conflicting, but as parts of the same living cycle, a continuous flow of energies that complement each other. The central axis of the Usure symbolizes this point of equilibrium, where opposites meet and the world’s energies can be observed, understood, and harmonized.
The House as a Place of Connection
For the Bribri and Cabécar peoples, the house is a place of unity and learning. It is where life begins, where knowledge is passed on, and where the mysteries of the universe are shared with new generations.
The Usure channels the different layers of the cosmos, inviting reflection on existence beyond the physical body. It is a space for studying the energies that surround us, cultivating empathy, and learning to see the world from multiple perspectives. Above all, it is a space of community, meeting, connection, and the transmission of wisdom.
Contemporary Reinterpretations
Casa U-Sure, one of our studio’s earliest projects, takes its name from the Usure itself. At its heart, a conical roof rises over the social area, connecting the private wings of the home and opening generously to the garden. This central space becomes the meeting point of family life, a modern interpretation of the communal hearth, where light, air, and movement flow seamlessly between interior and exterior, echoing the symbolic unity of the original Cosmic House.
At Casa de las Estrellas, we reinterpret the symbolic and spatial values of the Cosmic House through two main structures: the rancho escénico (community pavilion) and the kindergarten classrooms. The rancho escénico, conceived as an open circular gathering space, invites dialogue, unity, and intergenerational connection. It is where assemblies, celebrations, and moments that strengthen the sense of belonging take place. The kindergarten classrooms, meanwhile, reinterpret the conical form as a symbol of learning and growth. Their fluid spatiality encourages curiosity, play, and connection with the rhythms of the natural world.
At Loma Sagrada, the meditation pavilion, located at the property’s highest point and surrounded by water, once again draws from the cosmic symbolism of the Usure. It becomes a place that channels the energies of sky and earth, inviting silence, vulnerability, and deep connection with the beyond.
Conclusion
Revisiting Talamanca’s Cosmic House reminds us that architecture, before being form or function, was always a language of symbols and relationships. Through it, indigenous peoples expressed their understanding of time, energy, and life itself.
Today, reinterpreting this wisdom is not an act of nostalgia, but one of respect: an acknowledgment that within the simplicity of a conical structure lies a complex, profound, and enduring worldview. It offers a timeless lesson in balance, humility, and belonging, one that can still guide the way we build and inhabit our world.
Español/
La Casa Cósmica Talamanqueña:
Interpretando la arquitectura vernácula
El Usure, también conocido como la Casa Cósmica Talamanqueña, forma parte esencial de nuestra herencia indígena y de nuestra identidad cultural. Esta técnica constructiva ancestral, desarrollada por los pueblos Bribri y Cabécar que aún habitan las montañas de Talamanca, trasciende la idea de un simple refugio: su estructura narra la forma en que estos pueblos entienden el cosmos, sus deidades, sus espíritus y su posición dentro del universo.
Comprender la composición estructural y espiritual del Usure nos permite reinterpretar esos conocimientos dentro de la arquitectura contemporánea y de nuestra vida moderna. Es también una invitación a reconectar con nuestras raíces, con los ritmos de la tierra y con formas de habitar más lentas, conscientes y armónicas.
La geometría de la casa cónica
La clave para entender el universo cósmico de los pueblos originarios costarricenses está en la geometría que conforma la cubierta cónica del Usure. Esta estructura, además de profundamente simbólica, es práctica, estable y respetuosa con el entorno, ya que no toma de la naturaleza más de lo que necesita.
Ocho postes dispuestos en una planta circular sirven como base para los artesones que conforman la bóveda cónica. Estos se amarran con bejucos a tres aros estructurales, o coronas, que decrecen concéntricamente hasta llegar a la cúspide, donde una vasija de barro sella y protege el vértice del cono.
Visto en elevación, el conjunto forma un triángulo dividido en cuatro estratos por las coronas estructurales, desde el suelo hasta la cúspide.
Los simbolismos de la casa cónica
A través de la arquitectura del Usure, los pueblos indígenas transmiten su visión del cosmos. Para ellos, el plano donde vivimos, rodeado por el mar, se encuentra entre dos mundos: el cielo y la tierra.
El cielo se materializa en la forma de la cubierta cónica, que es a la vez reflejo del mundo subterráneo, el espacio bajo nuestros pies. La casa representa la unión entre los elementos complementarios del universo: lo femenino y lo masculino, la luna y el sol, la tierra y el cielo, la noche y el día, Surá y Sibö.
Como el día y la noche, estos opuestos no se conciben como fuerzas separadas o en conflicto, sino como partes de un mismo ciclo vital, un flujo continuo de energías que se complementan. El plano central del Usure simboliza ese eje de equilibrio, el punto donde los contrarios se encuentran, y desde donde es posible observar, comprender y canalizar las energías del mundo.
La casa como punto de unión
Para los pueblos Bribri y Cabécar, la casa es un espacio de unión y aprendizaje. Es el lugar donde se interpreta el mundo y se transmiten a las nuevas generaciones los secretos del universo. Allí inician la vida, el crecimiento y la enseñanza.
El Usure permite canalizar los diferentes estratos del cosmos y entender la existencia más allá del cuerpo físico. Es un espacio que invita al estudio de las energías que nos rodean, a la empatía y a ver el mundo desde distintas perspectivas. Es, ante todo, un lugar de comunidad, encuentro y transmisión del conocimiento.
Reinterpretaciones contemporáneas
Casa U-Sure, uno de los primeros proyectos del estudio, toma su nombre directamente del Usure. En su corazón, una cubierta cónica se eleva sobre el área social, conectando las zonas privadas de la vivienda y abriéndose generosamente hacia el jardín. Este espacio central se convierte en el punto de encuentro de la vida familiar, una interpretación contemporánea del centro comunal, donde la luz, el aire y el movimiento fluyen sin límites entre el interior y el exterior, evocando la unidad simbólica de la Casa Cósmica original.
En Casa de las Estrellas, reinterpretamos los valores simbólicos y espaciales de la Casa Cósmica Talamanqueña a través de dos estructuras principales: el rancho escénico, punto de reunión para toda la comunidad educativa, y las aulas de kínder.
El rancho escénico, concebido como un espacio circular abierto, invita al diálogo, la unión y la conexión entre generaciones. Allí se celebran las asambleas, los encuentros y los rituales que fortalecen el sentido de comunidad.
Las aulas de kínder, por su parte, reinterpretan la forma cónica como símbolo de aprendizaje y crecimiento. Su espacialidad fluida busca despertar la curiosidad de los niños y conectarlos con el conocimiento, el juego y los ritmos del entorno natural.
Finalmente, en el rancho de meditación de Loma Sagrada, ubicado en el punto más alto de la propiedad y rodeado por agua, retomamos la simbología cósmica del Usure para crear un espacio que canaliza las energías del cielo y la tierra. Un lugar que invita a la vulnerabilidad, al silencio y a la conexión profunda con el mundo que nos rodea.
Conclusión
Revisitar la Casa Cósmica Talamanqueña es una oportunidad para recordar que la arquitectura, antes de ser forma o función, fue siempre símbolo y vínculo. En ella, los pueblos originarios hallaron una manera de narrar su relación con el universo, de entender el tiempo, la energía y la vida.
Hoy, reinterpretar su sabiduría no es un acto de nostalgia, sino un gesto de respeto: reconocer que en la sencillez de una estructura cónica se esconde una cosmovisión compleja, profunda y vigente. Una enseñanza sobre equilibrio, humildad y pertenencia que aún puede guiarnos en la forma de habitar el mundo.
Bibliografia
González Cháves, A., & González Vásquez, F. (2015). La casa cósmica talamanqueña y sus simbolismos. San José, Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia (EUNED).
